in

Tips para entrenar en verano

En estos días, en que las temperaturas suben, es de vital importancia tomar algunos recaudos antes de realizar actividad física.

Las altas temperaturas del verano pueden conllevar ciertos peligros: el entrenamiento de alta intensidad lleva el pulso, el metabolismo y la temperatura corporal a altos niveles en un corto espacio de tiempo. Si, además, hace mucho calor fuera, en muchos casos aumenta la propensión a tener problemas de circulación o, aún peor, insolaciones. Pero las altas temperaturas también pueden causar síntomas menos graves, como náuseas, mareos o calambres, perjudicando así tu rendimiento.

Aquí te damos algunos tips para tener en cuenta a la hora de ejercitarse en esta temporada de verano:

– No se debe correr cuando el sol esté en su máxima expresión, esto es entre las 12 y 17 horas. Entrena en la sombra. La correcta planificación es esencial, y puede evitar que tengas que buscarte un nuevo sitio durante el workout o que, para no tener que moverte, entrenes a pleno sol.

– Mientras que en invierno se recomienda entrenar a mediodía siempre que sea posible para poder aprovechar un poco de luz solar y el momento más cálido del día, en verano hay que evitar justo esa hora y entrenar a primeras horas de la mañana o por la noche. Las temperaturas son más agradables y la exposición solar es menor. A primeras horas de la mañana el aire es más fresco y, si entrenas temprano, empezarás el día con energía.

– Con las altas temperaturas aumenta también la pérdida de líquidos por el sudor, por lo que en verano es recomendable beber aproximadamente un litro más de lo normal. El rendimiento corporal se resiente ya a partir de un déficit de líquidos del 2% del peso corporal, ya que el agua es el medio de reacción y transporte número 1 de nuestro cuerpo. Además, por el sudor se pierden importantes sustancias minerales que garantizan, entre otras, la capacidad de funcionamiento de la musculatura. Los calambres son solo uno de los posibles síntomas que pueden surgir en caso de falta de minerales. Es fundamental que se hidraten antes, durante y después de la actividad física. Recordemos que el 80% de nuestro cuerpo está conformado por agua. No debemos esperar a sentir sed para tomar líquido.

– Llevar ropa funcional durante el entrenamiento cobra aún mayor sentido en verano. Hay que vestir ropas claras porque las oscuras absorben la luz y el calor. Son recomendables los materiales que te hacen transpirar y que permiten la ventilación, así como cortes ceñidos para evitar al máximo los rozamientos con la ropa. Las prendas también deberían cubrir una gran parte del cuerpo para protegerlo de las picaduras de insectos y de los rayos de sol.

– En verano, nuestra piel está sometida a los rayos UV del sol durante todo el día, incluso en zonas con sombra. Aunque se sabe que siempre hay que llevar protección solar en verano, volvemos a advertirlo expresamente. Los peligros causados por quemaduras solares y similares son conocidos para todos y deben tomarse muy en serio.

– Evitá realizar un doble entrenamiento bajo la premisa: “como comí dos veces; correré el doble”. El running no funciona así y la digestión tampoco. Si comiste doble ración, lo mejor que podés hacer es beber bastante agua para acelerar la asimilación y entrenar lo habitual.

– Debemos realizar trabajos con sobrecarga (pesas) para fortalecer nuestros músculos. De este modo estarán fuertes y preparados para el entrenamiento.

– Una vez finalizada la rutina, hay que alongar con cuidado y sin realizar movimientos bruscos.

What do you think?

0 points
Upvote Downvote

Total votes: 0

Upvotes: 0

Upvotes percentage: 0.000000%

Downvotes: 0

Downvotes percentage: 0.000000%

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *

Panqueques Proteicos

Nuevo año, nuevas metas